Cultura y cultura
Reuníos, niños. Os voy a enseñar qué es la cultura de la
violación.
La cultura de la violación es que Brock Turner –dadle nombre
y apellidos, porque no, no es un monstruo, no es una excepción, es un humano
más—viole a una chica detrás de un contenedor y diga que la culpa es de la
cultura de la fiesta, y que, aunque sea culpable, el juez se crea antes lo de la cultura de la
fiesta que lo de la cultura de la violación y diga que su sentencia será de
seis meses porque una condena más larga tendría un “severo impacto” en el
atacante, en el criminal, porque es un campeón en natación.
Sí, Brock, eres un campeón. Eres un campeón porque has
conseguido librarte de tu castigo. Solo promete que no lo vas a hacer otra vez.
Podrías dar charlas a la gente para que no lo hiciera y todo.
No quiero ni gastar un minuto de mi preciado tiempo en
criticar al padre de este ser repulsivo, porque me da bastante asco. Señor mío,
¿por qué coño iba a dar un atacante sexual charlas sobre ATAQUES SEXUALES? ¿No
deberían hablar las atacadas? ¿No daría eso una impresión de que puedes hacer
lo que te salga de los huevos –nunca mejor dicho—y seguir con tu vida como si
nada? Brock Turner es el niño de siete años que le levanta la falda a su prima
y a quien abraza su madre cuando se lleva un puñetazo, diciendo que su niño no
ha hecho nada y que esa cría es una salvaje. La culpa a la víctima desde los
cinco años. Pero, no, la cultura de la
violación no existe.
¿Sabéis cuál es el problema? Que está sentada en nuestras
cabezas y no nos damos cuenta. Qué llevabas puesto, qué hora era, qué lástima
que se haya echado a perder, eso es lo que pasa cuando llevas esas pintas. “Si tu teléfono fuera una chica de anime”,
RT, FAV, “XDDDDDDDDD”.
Me refiero a este comic de aquí. Ah, por favor, no me vengáis
diciendo que eso es anime y que es lo normal y que no entiendo de eso. No. Es.
Normal.
No es normal que en un comic que intenta humanizar a un
objeto se desnude a la chica cada vez que se utiliza, se ate, se abuse, y haya
una violación cada vez que lo pones a cargar. A mí me dice que la mujer es un
objeto sexual y que para que siga funcionando hay que violarla, o follar si
tiene suerte. Esta tira dice “solo servís para ser objetos, para ser tocadas,
para ser violadas”. No me voy a poner a condenar al todo el que lo lea, porque
yo misma lo he retuiteado más de una vez, pero sí voy a decir que me doy asco
porque me pareciera gracioso o inteligente o yo que sé qué.
En cine, en libros, en cómics o en la vida real, la
violación no es una broma. Pero algunos se la toman como tal.
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